Entrevista con Roque Sevilla, publicado en www.4pelagatos.com 12 abril 2020
Toda esta historia comienza con la preocupación que tenía yo bastante antes de que se presente la historia en el Ecuador. Con el amor que le tengo a las Islas Galápagos pensé que el rato que eso llegue allí, con la bajísima calidad de servicio médico, algo teníamos que hacer para ayudar a la población.
Se me ocurrió hacer una donación de un laboratorio para poder medir quiénes estaban infectados, aunque todavía no había ningún contagiado en Galápagos. Compré un equipo en Corea del Sur que doné al Consejo de Gobierno de Galápagos. Por cierto, hasta ahora no ha llegado por el lío del transporte, pero llega este fin de semana.
Cuando el virus ya comenzó a tener presencia con los primeros casos en Los Ríos puse un tuit diciendo que hice esa donación e invité a los empresarios a hacer esfuerzos parecidos. Tuve una cantidad bestial de llamadas de muchos empresarios amigos que decían estar dispuestos a ayudar, pero no tenían idea de cómo hacerlo.
Además, encerrado en mi casa me pregunté lo que iba a hacer yo.
Al ver las imágenes de Guayaquil, me entró un verdadero dolor del alma, de que eso no podía seguir así. Ya se veía que el gobierno estaba totalmente desbordado y me dije que esto era de todos los ecuatorianos sin distinción entre el gobierno y la empresa privada. Todos estamos en el mismo bote.
Esto fue el sábado 28 de marzo. Ese día me puse el objetivo de levantar 20 millones de dólares. Llamé a los empresarios amigos que me habían mandado mensajes y les dije que había que meterse la mano al bolsillo, pero en serio. Tuve una reacción que me hace sentir orgulloso de tener esos amigos. Hubo una disposición impresionante, con excepciones que no vale la pena ni mencionar por las pocas que fueron.
A los seis días, teníamos seis millones de dólares recaudados y sobre todo armado un equipo de trabajo muy pequeño, liderado por Luis Enrique Coloma y Ana María Molina. Andy Wright se juntó de una manera muy comprometida, y comenzamos a trabajar.
Creamos un fideicomiso para que el sistema sea totalmente transparente.
Fideval nos aceptó hacerlo gratuitamente. Conseguimos la auditoria externa de Pricewaterhouse, también gratuitamente. Ruth Hidalgo nos asesora para un gobierno transparente y luego hay un equipo fabuloso de personas nos está ayudando en la parte técnica: se juntó Beatriz León, doctora inmunóloga; Ana Paulina Celi, distinguida epidemióloga; Josefina Coloma, directora del laboratorio de genética y bioquímica de la Universidad de Berkeley; Sofía Sprechmann, una mujer de CARE International que ha estado en el terremoto de Haití, en el sur de Siria durante la guerra, en el conflicto de Somalia… Ella nos asesora porque en crisis todo el mundo improvisa y eso nos evita cometer errores. Ella ha sido de un valor que no te imaginas. Y, finalmente, Pedro Miranda, ex director de Coca Cola para América Latina, en el campo de la logística.
Hicimos un análisis para saber en qué y cómo vamos a gastar. Ahí de nuevo la asesoría de CARE ha sido espectacular porque nos dice lo siguiente:
De los 17 millones de habitantes, 11 millones van a contagiarse. De esos, cien mil van a tener síntomas. De los cien mil, sesenta mil van a tener una gripe más o menos fuerte. Cuarenta mil van a tener que ir al hospital y de ellos unos cinco mil van a tener que ir a cuidados intensivos.
Por eso la compra de respiradores beneficia a un grupo poblacional mucho menor que si atacas a la primera área que es un gran grupo de personas que, por la exclusión, se están muriendo de hambre. No tienen la posibilidad de ganarse el sustento y están encerrados en unas casas diminutas con familias grandes sin comida y sin jabón para lavarse las manos.
Este miércoles 8 abril, aprobamos medio millón de dólares para las comunidades más pobres. Vamos a utilizar el canal de Plan Internacional, Children´s Fund y CARE. Y vamos a utilizarlo con entrega de dinero para que esas comunidades tengan el ingreso necesario para poder sobrevivir.
Se sumó Manuel Pallares que tiene un trabajo bestial en el Oriente y en Esmeraldas. Él está canalizando a las comunidades pequeñas indígenas que, si no reciben comida, van a salir a las zonas pobladas. Ellos tienen muy pocas defensas, pueden contagiarse y ahí no hay servicio médico de ninguna clase.
Luego hicimos un acuerdo para colaborar con el Fondo del Banco de Pichincha. Hablé con Fidel Egas y concluimos que teníamos que hacer un trabajo conjunto y lo hemos venido haciendo.
Conseguí un contacto con un experto en comercio con la China y nos ha ayudado a hacer embarques de equipamiento que son casi imposibles porque este rato son un desastre los precios y los vuelos.
Básicamente estamos invirtiendo en proteger a los que nos protegen: médicos, enfermeras, auxiliares hospitalarios, conductores de ambulancia, los que manejan la morgue, policías y recolectores de basura.
Hace un rato aprobamos un aporte de 800 mil dólares al Comité que dirige Jaime Nebot en Guayaquil para ayudar a la importación de esos equipos. Se está utilizando el banco para evitar intermediarios y tener un contacto más directo con el gobierno chino que, además, certifica la calidad de los productos. Y tenemos que traerlos a nombre de la Cruz Roja porque los vuelos paran en Estados Unidos donde pueden retener la mercadería, porque tienen esa orden. Pero no lo pueden hacer si viene a nombre de la Cruz Roja.
Ahora lo que tenemos que hacer es mantener el ritmo de los recursos. Entiendo que ya estamos en 7,3 millones de dólares y nuestro objetivo sigue siendo 20 millones de dólares.
Acabamos de habilitar una fundación en Estados Unidos — Charities Aid Foundation — que tiene descuento tributario del 40%, para los donantes de ese país y de Europa, y eso comenzará a funcionar desde esta semana.
Conseguir dinero se está volviendo duro pero es parte de nuestro compromiso. El otro factor es continuar el esfuerzo de la protección y de los alimentos y prepararnos para la etapa de salida: esto es hacer un acuerdo con las empresas para que financien la traída de pruebas PCR. Ese es el otro campo de acción donde vamos a estar muy activos en esta etapa.
Tengo que agregar que hicimos un crowdfunding y en 5 días alcanzamos 60 mil dólares. Es una cosa espectacular. Y esto está organizado en www.portodos.ec para donaciones de un dólar a mil dólares.
Por encima hay que llamar, para hacer contacto con el fondo fiduciario, a Ana María Molina al 099 275 0884.
Hay otras iniciativas como la que propone Pablo González de hacer una carrera 5K dentro de casa.
El valor del registro es de $10 o más y va para el fondo. No sé cuántos corredores vamos a tener pero me parece muy divertido dentro de la angustia que tenemos.